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Stuart Munckton

April 29, 2007 -- Este informe pretende reafirmar la línea general y las posiciones sobre la fase actual de la revolución bolivariana recogidas en el informe del 12 de febrero adoptado por el Ejecutivo Nacional del DSP. Los acontecimientos posteriores han mostrado que el análisis general, que indicaba la apertura de una nueva fase en la lucha de clases desde las elecciones presidenciales del 3 de diciembre, era correcto. Aquel texto contenía más información sobre algunos de los análisis y formulaciones recogidas en este informe, a los que deberán remitirse los camaradas para complementarlo y desarrollarlo.

Por Claudio Katz[1]

19.05.08 -- El prolongado conflicto entre el ruralismo y el gobierno ha derivado en una agobiante pugna política. El primer bloque busca acaparar la renta agraria a costa de la mayoría popular y el oficialismo necesita exhibir autoridad, para implantar un Pacto Social que favorezca al conjunto de los capitalistas.

Reseña crítica de Alex Miller

El siglo soviético
por Moshe Lewin
Verso 2005
416 páginas

Los medios comerciales y las élites intelectuales capitalistas han promulgado un estereotipo sobre la Unión Soviética: una línea ideológica directa y sin interrupciones lleva del bolchevismo de la revolución de 1917 al totalitarismo del período stalinista (1920-1953), pasa por el período post-stalinista desde 1953 y termina en el colapso del régimen soviético en 1991. Normalmente, se esgrime el estereotipo contra el bolchevismo, y en realidad contra cualquier forma de marxismo revolucionario: se usa el estancamiento y la declinación post-stalinistas, así como las masacres y purgas del período stalinista, para elaborar una reducción al absurdo de las aspiraciones originales de la revolución de 1917.

por Kiraz Janicke y Federico Fuentes
Rebelión

The conspiracy to divide Bolivia must be denounced

The process of changes in favor of the Bolivian majority is at risk of being brutally restrained. The rise to power of an Indigenous president with unprecedented support in that country and his programs of popular benefits and recovery of the natural resources have had to face the conspiracies of the oligarchy and United States interference from the very beginning.

In recent days the increase in conspiracy has reached its climax. The subversive and unconstitutional actions of the oligarchic groups to try to divide the Bolivian nation reflect the racist and elitist minds of these sectors and constitute a very dangerous precedent not only for the country’s integrity, but for other countries in our region.

History shows with ample eloquence, the terrible consequences that the divisionary and separatist processes supported and induced by foreign interests have had for humanity.